La boda iba a ser un importante acontecimiento social, pero Georgina no podía afrontarlo sola. ¿Cómo podría soportar ver que su antiguo prometido, el hombre que le había jurado amor eterno, se casaba con otra? Georgina necesitaba ayuda, y una solución desesperada. ¡Necesitaba un acompañante!
Callum Stewart era perfecto. Encantador, dinámico… Tanto, que no pasó desapercibido en la boda. ¡Y Georgina perdió la cabeza! Fue una aventura de una noche y, sin embargo, Georgina sabía que Callum era especial. Pero también era un soltero empedernido. ¿Cómo podría decirle que lo acontecido en la noche de boda había tenido como resultado un niño?
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